El esfuerzo de vacunación contra covid en este país ha sido un parto doloroso: problemas de registro, mala comunicación, datos incorrectos y un escaso suministro de vacunas; todo ello exacerbado por una asignación desigual, un supuesto favoritismo político y una indecorosa competencia por las vacunas.
Aun sí, ya se han administrado 129 millones de dosis, y 44 millones de personas, o el 12% de la población del país, han sido vacunadas por completo.
El despliegue de vacunación finalmente se ha intensificado, justo cuando finaliza la mortífera oleada invernal, lo que hace esperar que la pandemia pueda remitir este año.
Sin embargo, un comportamiento imprudente o una cepa mutante del virus, o ambas cosas, podrían desencadenar otra oleada. Y no estamos del todo seguros de hasta qué punto la vacunación evita que la gente vacunada infecte a personas no vacunadas, o durante cuánto tiempo protege contra covid.
Aunque el optimismo está justificado, todos nosotros —incluso los vacunados— debemos tener cuidado.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron la semana del 15 de marzo nuevas directrices de salud pública, que anticipaban lo que se podría esperar, en un futuro no tan lejano, si se vacuna a un número suficiente de personas.
Lo que más llamaba la atención era que se permitía a personas vacunadas reunirse, bajo techo, con miembros no vacunados de otro hogar, sin máscaras, siempre que ninguno en ese hogar estuviera en riesgo de padecer una forma grave de covid.
Esto es una gran noticia si no has visto a tus hijos o nietos en persona durante un tiempo. Si ya estás vacunado, ahora parece seguro visitarlos en casa sin máscaras, independientemente de su estado de vacunación. Incluso puedes abrazarlos.
Siempre que no vivan demasiado lejos, claro: los CDC todavía desaprueban los viajes de larga distancia.
Si todos los miembros del grupo están vacunados, tanto mejor. En ese caso, organizar una cena en casa sin máscaras, por ejemplo, representa “probablemente un riesgo más bajo”, según la nueva guía.
Pero no hay que confundir esta nueva libertad con un exceso de relajación. Los expertos en salud pública y los CDC coinciden en que, incluso si estás vacunado, debes llevar una mascarilla y mantener la distancia cuando estés cerca de personas que no estén vacunadas, o si no conoces su estatus de covid.
El doctor Walter Orenstein, director asociado del Centro de Vacunas de Emory y profesor de enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta, reconoce que todavía tenemos una imagen incompleta de covid y de cómo funcionarán las vacunas en el mundo real. Los funcionarios deben establecer directrices basadas en los mejores datos disponibles en ese momento, dice. “Si, de hecho, se produce un marcado repunte de casos como resultado, tendrán que revisarlas”.
Muchas personas que ya se han vacunado desconfían de una libertad que llega demasiado rápido.
Andy Mosley, de 74 años, dice que no le convence del todo la nueva declaración de los CDC. “La información de que podíamos empezar a salir de nuevo y relacionarnos con los demás estaba aderezada con un montón de matices”, explica Mosley, residente de Temecula, California, que ha recibido dos inyecciones de la vacuna de Moderna. “Eso me indica que no están realmente seguros”.
Pero muchos otros, incluidos los políticos estatales y locales, son menos cautelosos.
Texas eliminó recientemente su mandato del uso de mascarillas. Florida ha permanecido en gran medida abierta durante gran parte de la pandemia. En California, 13 condados que representan casi la mitad de la población del estado han reabierto los gimnasios, los cines y el interior de los restaurantes, aunque a niveles reducidos. Entre ellos se encuentra el condado de Los Angeles, una de las regiones más afectadas en Estados Unidos durante la oleada invernal.
Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, afirma que pronto podría producirse una nueva oleada de covid debido a una cepa de rápida propagación detectada por primera vez en el Reino Unido, y que se podría convertir en la cepa dominante en Estados Unidos a finales de marzo.
Las localidades que abrieron demasiado pronto “van a tener grandes problemas en el corto plazo”, asegura.
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